Seguimos con el silencio…, como te comenté en el anterior post de este blog (por si no lo has leído, te cuento que tanto este post como el anterior son resúmenes del V Foro de Espiritualidad de la Universidad Popular de Logroño).

Esta vez le toca el turno a Yolande Durán Serrano. Fue la segunda ponente del foro.

A Yolande, la vida, en agosto de 2003, le regaló una experiencia de no-dualidad.  Ella creía ser una persona ajena al mundo que luchaba por ser feliz. Se declaraba como una ejecutiva materialista hasta que le llegó «esa experiencia», vivencia que al cumplir los 40 años, le despertó a su verdadera naturaleza. Desde ese instante se rindió a la evidencia de lo real dejándose guiar por la idea de que hay un Amor mucho mayor por vivir.

Yolande nos sorprendió a todos los asistentes por su silencio y espontaneidad. Estamos acostumbrados a que en una conferencia el ponente hable, hable y hable y de esa forma se comunique con los asistentes. Pues a Yolande le sobran la mitad de las palabras, el silencio es su manera de comunicarse, tanto, que incluso llegó a incomodar y poner nerviosos a muchos de los que allí estaban escuchando. Es «curioso» ver cómo nos comportamos y reaccionamos ante el silencio. Parece que nos asusta.

Según  Chantal Rémus (es la mujer que la entrevista en su libro «Enamorada del silencio»), Yolande, está VIVA, es transparencia pura sin ninguna preocupación por su reflejo, como el cisne o el pato sobre el agua.

Palabras textuales de Yolande: «Estoy aquí para testimoniar que podemos pasar cuarenta años de la vida a merced de los vaivenes. En un instante, el silencio puede mostrarnos que somos aquello que ve los vaivenes, en la paz y la tranquilidad. Entonces en nosotros ya no aparece la menor dualidad.

Antes de esa experiencia Yolande era un cuerpo y una mente que se levantaba cada mañana para existir. Vivía la vida, siempre con ese deseo de más, de tener cada vez más trabajo, más amor., más… Siempre creyendo que los demás tenían el poder de hacerla feliz hasta el día que tuvo la revelación de que el amor ya estaba en ella ( y en todos) y que no necesitamos a nadie para estar en paz.

«El espíritu profundo, ¿qué es?

No sabría decirlo.

Mira la nieve en la montaña.

Dogen

Unos meses después de su «despertar», Yolande perdió a su hijo en un accidente, lo cual llevó con una aceptación y comprensión no habituales, fruto directo de su manera de vivir y «funcionar» en este mundo, fruto de la disolución de su «personalidad».

Palabras textuales de Yolanda acerca de esto: «La paz y la tranquilidad vividas en lo más profundo de mí misma no dependen de nada, están ahí pase lo que pase en el mundo. Lejos de sentir la separación entre mi hijo y yo, sentía que estábamos totalmente conectados, más allá del corte habitual que establecemos entre la vida y la muerte, lo visible y lo invisible. Para mí, ahora, lo vivo es todo. Me enamoro de la vida sin ninguna condición».

Si pudieras  deshacerte de ti mismo

Aunque fuera una vez

El secreto de los secretos

Te sería revelado.

El rostro de los desconocido,

Oculto más allá del universo,

Aparecería sobre el Espejo de tu percepción.

Rumi.

Vivimos tan identificados con nuestra persona, con nuestra mente y con nuestros pensamientos que no vemos la realidad. Nos sentimos separados y lejos del resto.  Y personas que han vivido experiencias como Yolande evidencian lo contrario.

«Me enamoro de la vida sin ninguna condición» – Yolande Durán Serrano

Dice Nisargadatta:

No me ocupo de ningún milagro fuera de los tres que están en mi:

el primero es que tengo la facultad de vivir en el mundo;

el segundo es que el mundo está contenido en este minúscula

mancha de conciencia que soy yo.

El tercero es la aparición del ser a partir del no-ser.

Pensad en estos milagros. Todo lo que está en vosotros.

Yolande dice que la naturaleza de lo que somos es clara: solamente testigos de la sucesión de actividades que se desarrollan en nosotros. Y que nuestro único trabajo es «SER PRESENCIA». 

La comunicación de silencio a silencio es su manera de transmitir. No hacen falta «palabras». Lo mental, la parte del ego estropea la verdadera comunicación.  Este tipo de lenguaje es como el yoga, es un arte, el arte de vivir en la Paz, la Amistad y el Amor.

Si el brillo de mil soles iluminara el cielo,

se parecería al esplendor del ser.

Bhagavad Gita

El resumen para ella de lo que es la vida, va en tres palabras: espontaneidad, sencillez y silencio.

Yolande no propone ningún dogma ni ningún camino de sabiduría. Solo muestra lo que podría ser si nos liberáramos de todas las cadenas a las que vivimos atados.  Basta, con abandonarse con confianza absoluta. 

Amén. ¡Qué gran descubrimiento esta mujer y su manera de ver el mundo y la vida! La seguiré de cerca.

Gracias a la vida por este encuentro tan fructífero.

Repito de nuevo una de sus frases:

«Me enamoro de la vida sin ninguna condición» – Yolande Durán Serrano

¡Enamórate de este momento!  Y anímate a dejar tu comentario de este post.  Un abrazo cálido.

 

 

 

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