“Trabajar muchísimo y vivir la vida, dar un paseo por la montaña o mirar una mujer hermosa, leer un libro, oír un concierto […]; que todo esto alimente mi espíritu para que su voz sea más potente. ¡Y, sobre todo, quiera Dios que no me falte la Santa Inquietud! Joan Miró
La Santa Inquietud, y tanto que Santa, que razón tiene el gran maestro español de la pintura. La Santa Inquietud es el motor de la vida, de la ilusión, de la acción, del riesgo, del celebrar la vida, del conocer, de las ganas de emprender, de aprender, de crecer, de avanzar, de ser más grande, de explorar, de divertirse.
¿Cuántas veces te llama a ti esta Santa Inquietud? ¿Y tú qué haces para atender sus demandas?
Una de las necesidad humanas básicas es la necesidad de variedad, esa necesidad que tenemos (cada uno en mayor o menor medida) de hacer cosas diferentes para no aburrirnos y que nuestra vida no sea monótona. Esa necesidad de cambiar de estado emocional y de tener nuevos retos.
Todo el mundo necesita variedad en su vida. Lo mismo siempre aburre y deprime. Es una necesidad que nos hace sentirnos realmente vivos.
Una de las maneras que tiene tu cuerpo de pedirte que satisfagas esa necesidad es la “inquietud”. Es esa inquietud interna la que determina cuál es tu nivel de necesidad de variedad.
¿Y cómo cubres tú esa necesidad de variedad? Hay muchas maneras, muchos vehículos, te voy a poner algunos de los ejemplos más habituales, a ver si te identificas con alguno:
- Lectura (no necesitas salir de casa para ver otros mundos y vivir otras vidas).
- Baile (te “desencorsetas” y sueltas a nivel físico)
- Enamoramiento (esos chutes hormonales que te hacen sentir vivo).
- Problemas (te hacen cambiar de un estado emocional a otro de manera rápida, hacen que tu vida no sea monótona)
- Cine (igual que la lectura)
- Hacer cursos, aprender cosas nuevas (nuevos retos, nuevas habilidades, reinventarte, disfrutar).
- La ropa (a veces, la cambias en función de tu estado emocional, te hace sentirte diferente).
- Ver noticias (ves otras cosas sin salir de tu casa o del bar donde lees el periódico).
- Comprar (salir de lo habitual).
- Actividades de riesgo (nuevas experiencias, salir de tu zona de confort).
- Emprender (nuevos retos que te emocionen)
- Conflictos (así sales de la monotonía y de una vida plana)
- Drogas (cambios de estado emocional)
- Tabaco (igual que las drogas)
- Sexo (también te da cambios de estado)
- Comida (cambios de una estado a otro por ejemplo de ansiedad a tranquilidad)
- Etc… Piensa, añade a esta lista otras cosas que tu hagas para tener variedad en tu vida.
Ahora vamos a analizar estos vehículos. Muchos de ellos satisfacen nuestra necesidad de variedad, pero no son buenos para nosotros ni buenos para los demás ni son sostenibles en el tiempo.
Tenemos que aprender a cambiar estos vehículos por otros que también satisfagan nuestra necesidad pero que sean buenos para nuestra vida y la de los demás y que además sean sostenibles en el tiempo. ¿Te ves con fuerza para cambiar los tuyos hacia otros más sostenibles y mejores para ti?
Venga… esto te lo cuento en el siguiente post (queda pendiente hablarte más de los tipos de vehículos y del resto de las necesidades humanas).
Un fuerte abrazo J.